Archive for the ‘director: Arturo Ripstein’ Category

El lugar sin límites

diciembre 17, 2006

El lugar sin límites (México, 1977, 110 minutos), escrita (con José Emilio Pacheco) y dirigida por Arturo Ripstein. ***** de cinco.

Reparto: Roberto Cobo, Lucha Villa, Ana Martín, Carmen Salinas, Fernando Soler.

Una obra maestra del cine mexicano—y una obra muy atrevida dado la época en la que se dio a la luz.

Se saca de la novela del mismo título de José Donoso. Se trata de un prostíbulo en un pueblito mezquino adueñado por Manuelita y su hija adulta apodada La Japonesita. Manuelita es un hombre que lleva maquillaje y se viste de prendas femeninas. Todos le refieren en la femenina.

Al comienzo Manuelita anda preocupada del regreso al pueblo de un camionero, Pancho, un bruto con quien tenía una riña hace un rato. Es más. El prostíbulo lleva unos días sin luz y Manuelita se ocupa de arreglar el asunto con el cacique don Alejo y pedirle a la vez su protección. Sin embargo don Alejo quiere apoderarse de toda la comarca para alguna especulación propia y hizo cortar la luz del prostíbulo para que se lo vendieran a un precio bajo.

Se relata además por un modo entreverado la historia de la llegada de Manuelita al pueblo y los acontecimientos por medio de los que llegó a engendrar a su hija.

Nos presenciamos a la vida cotidiana del prostíbulo y toda la cosa se hace con simpatía y humanidad. El personaje de la Manuelita es extravagante pero nunca deja de ser creíble. El camionero Pancho es una clase de personaje muy susceptible del tratamiento estereotipado pero no es así; el personaje es complejo y bien desarrollado. Es machista pero le fascina la Manuelita. Anda atrasado en los pagos del camión los que se le deben a don Alejo y se siente humillado por el asunto y por tener que vivir con su esposa como arrimados en la casa de la familia de su cuñado. Al parecer, el abuso de Manuelita le da una salida por la vergüenza acumulada. Hay más aun. De niño el padre de Pancho era peón de don Alejo y el señor obligaba al niño Pancho a acompañar a su hija—ya muerta—en sus juegos de muñecas y otras diversiones de muchachas. Luego don Alejo quiso patrocinar a Pancho en el estudio de la medicina pero Pancho dejó los estudios para hacerse camionero. Es decir que la agresividad de Pancho se arraiga en antecedentes complicados.

Con subtítulos fijos en inglés.

La virgen de la lujuria

diciembre 15, 2006

La virgen de la lujuria (México, 2000, 140 minutos), dirigida por Arturo Rípstein. * de cinco.Reparto: Ariadna Gil, Luís Felipe Tovar, Juan Diego, Julián Pastor, Alberto Estrella.

El director, el elenco, todos de la primera pero qué porquería confusa y aburrida el resultado.

¿Cómo repasarla? Tiene lugar en una cantina en el D. F., propiedad de un dueño mexicano quien se presume español. El mesero Nacho se enamora de Lola, una prostituta y drogadicta—tal vez española, tal vez mentirosa—que se presenta en la cantina una mañana; sin embargo ella anda enamorada de un luchador enmascarado con quien pasó una sola noche, un luchador quizás homosexual, quizás el cocinero de la cantina detrás de la máscara. Hay además un conjunto de españoles, republicanos expatriados, que contratan un despacho en el edificio y pasan el día entero en la cantina casi sin consumir nada. Supuestamente urden el asesinato de Franco pero no parecen hacer nada menos ocupar la mesa. Bueno, hay más—todo arbitrario y sin sentido.

La cosa está muy teatral. De vez en cuando los personaje se ponen a cantar o se aparecen títulos en la pantalla como fuera un cartel pero no se hace con ningún sentido.

Se junta con El crimen del padre Amaro y El callejón de milagros en la lista de películas las que echan a perder a un conjunto de actores del ensueño sobre un guión que no vale la pena. La condeno con la alabanza aguada: el escenario se ve muy bien. Tanta paciencia le cuesta verla hasta el fin (a los 140 minutos tiene el vicio de ser las dos, larga y aburrida).

Con subtítulos en inglés que se puede quitar.

La tía Alejandra

octubre 25, 2006

La tía Alejandra (México, 1979, 87 minutos), dirigida por Arturo Rípstein. **** de cinco.

Reparto: Diana Bracho, Isabela Corona, Manuel Ojeda, María Rebeca, Lilan Davis, Adonai Somoza Jr., Ignacio Retes.

Un cuento de brujería en la vida familiar. La tía Alejandra viene a vivir con su sobrino y su familia. La tía, una mujer de edad, parece normal al primer golpe de vista (y su fortuna les ofrece al sobrino y su esposa la posibilidad de aliviar las preocupaciones financieras) sin embargo a partir de su llegada empiezan a suceder cosas raras: accidentes y, con tiempo, muertes.

Goza de un estilo restringido. Fue filmada con película en colores pero los colores resultaron muy apagados hasta parecer casi blanca y negra. Tal vez fue cosa del presupuesto no obstante se la da un ambiento seco y restringido. Casi toda la historia tiene lugar dentro de la casa de la familia y la casa misma falta poco de ser un personaje en el drama. Tiene una fachada cerrada, la puerta y ventanas cubiertas con verja y rejas, adentro hay niveles múltiples y un patio encerrado por todos lados. Aunque no parezca ser la casa embrujada típica, sirve bien el propósito de crear un ámbito misterioso y amenazador.

Si buscas una película de horror que esquiva los clichés del género he aquí la mera cosa.

Sin subtítulos.

El imperio de la fortuna

octubre 23, 2006

El imperio de la fortuna (México, 1985, 130 minutos), dirigida por Arturo Rípstein. ***** de cinco.

Reparto: Ernesto Gómez Cruz, Blanca Guerra, Alejandro Parodi, Zaide Silva Gutiérrez.

Esta película—a mi parecer la mejor del cine mexicano—relata la caída de un hombre sencillo con una abundancia de detalle y con mucha fuerza. Se basa sobre el cuento «El gallo de oro» de Juan Rulfo, el que fue filmado ya una vez bajo el mismo título por el director Roberto Gavaldón (véase la reseña de El gallo de oro). La versión presente concibe la materia de nuevo desde las raíces con el resultado de producir una obra más sombría y más cínica acerca de la naturaleza humana.

En sus grandes rasgos el argumento sigue el surco de la película anterior: Dionisio Pinzón, un tipo pobre que vive en una choza con su madre enferma y se gana una vida mezquina en el oficio de gritón de anuncios, recibe de regalo un gallo de pelea herido el mismísimo día en que se muere su mamá. Dionisio cura cariñosamente al gallo, el que, aunque sigue medio cojo, resulta buen peleador. Dionisio se dedica al mundo de las peleas y los palenques y se mete con un apostador de métodos solapados y con su mujer, una cantante apodada la Caponera. El apostador Bienvenidas le enseña a Dionisio las triquiñuelas del oficio del apostador profesional mientras codician uno al otro la mujer y el gallo campeón. Con tiempo el campesino ingenuo se convierte en hombre codicioso y calculador.

¿Por qué la estimo tanto? Aunque la película tiene una vena grotesca—esperpéntico—debido tal vez a la influencia de Luis Buñuel, al cual el director Arturo Ripstein le sirvió de ayudante una vez–está libre del estilo pesado y melodramático que caracterizaba el cine clásico de México. Hay muchos artículos que llevan un peso simbólico, entre ellos se destaca el baúl que Dionisio desea para saldar las cuentas con su mamá muerta. El cinismo del guión (escrito por Paz Alicia García Diego, la esposa del director) está opresivo pero el director lo mantiene a raya; nunca se entrega al melodrama.

Es más: Ernesto Gómez Cruz en el papel de Dionisio es una maravilla. Todo el elenco es de la primera pero EGC se rinde al personaje por completo.

Subtítulos en inglés que se puede quitar.